La seguridad informática está de moda. Y es que el mundo del malware avanza a toda pastilla. En octubre del año pasado el INCIBE ya había registrado más ciberataques que en todo 2016 en España. Los ciberdelincuentes han demostrado que pueden operar claramente como una industria más potente de lo que se pensaba. Los malos utilizan con criterio los recursos que ofrecen Internet y la nube multiplicando el efecto de sus ataques.
En 2018, los grupos que se dedican a ataques como los perpetrados el año pasado con WannaCry y NotPetya van a seguir actuando con técnicas que se perfeccionan, sirviéndose de nuevas vulnerabilidades, como la de los chips de Intel para difundir malware, y focalizando más sus objetivos. No obstante, ahora los ataques se están centrando más en el puro dato y están siendo de forma más silenciosa.
Por otro lado, las criptomonedas están ayudando a la proliferación del malware as-a-service y el crimen as-a-service porque facilitan el anonimato. Se espera una regulación en el mercado de estas monedas de cambio para poder ejercer algún control sobre el crimen cibernético. Por parte de las empresas, la conciencia del ciberdelito está impulsando el negocio de los especialistas en seguridad. En estos momentos, existen mayoristas especializados en seguridad que crecen a ritmos superiores al 20%. Además hay una carestía de profesionales en el sector que está tirando para arriba significativamente de los salarios. Los expertos en seguridad están entre los mejor pagados del sector informático.
Son algunos de los temas que se abordaron en el Foro de Seguridad de CHANNEL PARTNER, que contó con el patrocinio de Eset, Exclusive Networks, Kaspersky y Panda Security, y que reunió en el centro de Madrid a fabricantes, mayoristas y firmas especializadas en el despliegue de soluciones de ciberseguridad.
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